08 julio, 2013

Ya no gritarán las grullas en mis oídos

Ya no gritarán las grullas en mis oídos,
por Iván SanJuás
Vaya por delante decir que mi amigo Iván es un tío mentalmente sano y muy simpático. Es muy sociable, sus alumnos y alumnas a los que Iván enseña dibujo y pintura están encantados con él (quizá especialmente sus alumnas) y siempre que salimos de viaje o de fiesta Iván está sonriente y es un gran bailongo. 
Dicho esto, si uno ve los cuadros que pinta Iván podría pensar que es un amargado y candidato a entrar en un MacDonalds con una recortada y cepillarse a todos lo que están pacíficamente deglutiendo lípidos con mostaza. Sus cuadros contienen muchísimo color negro y, en la décima parte de la superficie del lienzo, una figura translúcida que cumple alguno o todos estos requisitos: está de espaldas, compungida, se está contorsionando o no tiene ojos. 
Para los que creáis que estoy exagerando, echad un vistazo a algunos títulos de sus obras: 

La luz penetra donde no brilla el sol

No entres dócilmente en la noche callada

Negra leche del alba

Ya no gritarán las grullas en mis oídos (el de la imagen) 

A pesar de eso, Iván es buena persona y muy alegre, de verdad. Cuando viajamos juntos por Aggtelek, Szeged, Miskolc, Budapest y otros sitios de Hungría tuvo la genial idea de comprar un cuadernillo de viaje y sus acuarelas para que todos fuéramos apuntando y dibujando las anécdotas. Quedó una preciosidad de cuaderno. Con muchos colores. Y todavía tengo la imagen de Iván dibujando, o paseando y conversando junto a mí o bailando como un descosido en Barcelona aquella noche que nos reímos tanto y nos bebimos la última gota de aquel vodka polaco que tenían en ese bar.

También los húngaros son gente muy alegre, pero son gente alegre que cree que son gente triste. Esto es lo que pasa cuando "Szomorú Vasárnap" (Domingo Triste) es una de las canciones más famosas del país. Hablan de que todos les invadieron, pero también nos pasó eso en España. Aunque claro, nosotros invadimos América y ellos perdieron las Guerras Mundiales... Así que no se les debe discutir mucho sobre este punto. La melancolía es la dicha de estar infeliz. 

1 comentario:

  1. El arte es terapia y válvula de escape, seguramente si tu amigo no pintara esas cosas no sería tan alegre.

    Como dijo Frida Kahlo: "Amurallar el propio sufrimiento es arriesgarte a que te devore por dentro." Todos tenemos un lado de luz y otro de oscuridad, y ambos hay que sacarlos a la luz, lo difícil es tener la inteligencia emocional para saber cuándo cómo y con qué sentido.

    Bravo por él que sabe gestionar sus emociones, ¡muchos deberíamos aprender!

    ResponderEliminar

Búsqueda personalizada