20 febrero, 2013

Gran Maestro de la Orden Jedi soy.

A veces nos parece que en otros idiomas se habla como lo hace el Maestro Yoda.
En alemán, por ejemplo, me cuenta mi amigo Julio que el verbo se coloca gramaticalmente en el final de la frase. Esto tiene una consecuencia: no se entiende nada hasta que el hablante no termina la frase y, consecuencia indirecta, la gente escucha a los demás hasta que terminan de hablar.
En húngaro ocurre muy parecido y el verbo se coloca muchas veces al final de la frase. En húngaro, no obstante su colocación es más flexible que en alemán. En húngaro lo que es importante y se quiere recalcar se pone al principio de la frase, como en este ejemplo:

- ¿Eres Javier?
- Javier soy.

Incluso se puede totalmente eludir el verbo "ser". ¿Por qué? Quizá porque el verbo ser se dice tanto que ya estaban un poco hartos de tener que repetirlo cada vez. El húngaro puede ser un idioma en ocasiones muy económico.

- ¿Eres feliz?
- Feliz.

O, como diría el Maestro Yoda: "Muy económico el húngaro un idioma puede ser, Joven Skywalker". En el siguiente email que recibí de una muy amable conocida de Miskolc, vemos como los húngaros también tienen tendencia a hablar colocando el verbo al final.


A ésto yo lo llamo "Lenguaje de Yoda" o Yoda Language, si queremos ponernos internacionales.

En España no es normal esperar a que el otro termine de hablar para hablar tú. Si te quedas callado todo el rato escuchando puede parecer que no te importa nada lo que te están diciendo: debes hablar a la vez que te hablan para mostrar interés. Incluso debes intentar constantemente interrumpir las frases de la persona que te está hablando para demostrar total comprensión. Si tu empatía con quien te habla es muy grande, entonces deberías ser capaz de terminar la segunda mitad de la frase que tu interlocutor ha comenzado.
Pongamos un ejemplo:

ENTRE EXTRANJEROS QUE COLOCAN VERBO AL FINAL:

- Un accidente en la oficina de al lado de la casa de tu tía con dos heridos ha habido.
- ¿De verdad? ¿Del accidente a los heridos conocías?
- Ciertamente. En el colegio la educación primaria con Javier juntos hicimos.
- ¡Oh, que vicisitud!.

EL MISMO DIÁLOGO ENTRE ESPAÑOLES:

- ¡Hostia tú! Ha habido un accidente en la oficina al lado de ...
- ¿...de mi tía? ¿Qué me estás contando, compadre? ¿Conoces a ...?
- ¡Joder, que si conozco! Pues a Javi, que hizo primaria conmigo, to la vida.
- ¡Hay que joderse!

Del diálogo anterior trascienden algunas diferencias entre unos idiomas y otros, que seguro interesarán a mis amigos lingüístas, traductores y extranjeros que desean entender el español.

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