17 agosto, 2013

Para no ser leído

Un libro que no puedes leer. 
Podéis verlo como una puerta cerrada, una palabra no dicha, un beso no entregado, una pequeña muerte, un regalo sin abrir, un amor no correspondido o un boceto sin entintar.
Foto tomada en Írók Boltja, Budapest, Andrassy u. (műértő = conocedor)
Pero yo prefiero que sea un ideal por alcanzar, un sitio al que llegar, una persona con la que hablar, una América por descubrir, una botella por descorchar, una frontera que traspasar, una acuarela fresca, una Ítaca personal o una experiencia por conocer. 

Y observen que he dicho todo esto sin mencionar el "sabor barbacoa" ni el "olor a hierba recién cortada". 


03 agosto, 2013

"Código de barras lineal" de Krisztina Tóth



Qué señora más guapa que es Tóth Krisztina (1967), ¿verdad?
Antes de ayer compré en la Librería Latitudes de Budapest el libro de Krisztina Tóth "Código de barras lineal" ("Vonalkód") (2010), traducido por Éva Cserháti. Lo leí en un día porque son relatos fáciles de leer, independientes.    

Finalicé el libro cuando estábamos sobrevolando España, de regreso de mis vacaciones, y se lo dejé en el barrio de Lavapiés en Madrid, a mi amiga Montse, antes de regresar a Córdoba.

Dije a Montse más o menos lo siguiente:

- Me ha gustado, pero sobre todo la segunda mitad. Cuando entendí el tono del libro.

- Esperaba relatos sobre el "comunismo del goulash", que es lo que induce a pensar la solapa del libro y la cita de la contra. Hay que saberlo: Este libro no habla del comunismo del goulash (hacia 1970).

- Este libro habla de vivencias de una (¿o varias?) mujeres, en tono intimista, personal, con un toque de desorientación, en un mundo donde las cosas suceden por casualidad, escapando de nuestro control. Envejeciendo sin remedio. 

Así pues, muy mal a la editorial ElNadir y al diseñador del libro que induce a confusión.

- El libro consta de quince relatos intimistas con toque indudablemente femenino (hay un capítulo dedicado al descubrimiento de la regla, hay referencias a la maternidad y también a las rupturas sentimentales).

Durante un mismo relato, de buenas a primeras, cambia de escenario sin avisar. Y esto desorienta. Aún siendo la intención de la autora, hizo un poco más difícil seguirle el hilo a los primeros capítulos. 

Recuerdo con gusto las partes en las que esta escritora poeta y traductora debe traducir un párrafo de una guía sobre Budapest y, poco después, recuerda ese párrafo al sucederlo algo parecido. Como si el destino le hubiera jugado una mala pasada.

Me gustó especialmente el capítulo que pasa la escritora en Japón.

Esta es una buena reseña del libro, a mi entender después de haber leído ambos:
Reseña de solodelibros.

Curiosamente el libro cuesta 16€ en España y en Hungría unos 5300 Forints, lo cual es poco caro dado que 1 € no son 330 Forint, sino menos.
Otra información curiosa: en húngaro es posible comprar un CD del libro Vonalkód y escucharlo.

Y ahora os dejo, que me dispongo a ver A Torinói Ló ("El caballo de Turín") la última peli del director Béla Tarr.

02 agosto, 2013

Caperucita Roja y las grosellas negras.

En Hungría se conserva una costumbre muy buena: fabricarse de manera casera sus propios refrescos. 
En España los que no quieren beber alcohol o algo de la Coca Cola Company lo tienen muy difícil. Todo lleva gas o alcohol, excepto el Aquarius. Hay pocas opciones. Son raras las "zumerías" (establecimientos de venta de zumos que he visto en Las Palmas de Gran Canaria o en Córdoba). Y no se lleva mucho tener zumos o batidos en los bares. Además, el agua siempre es mineral sin gas y el biterkas o las mirindas han desaparecido!!

En Hungría, no sólo aún se venden mirindas, sino que además de poder pedir agua con gas, con medio gas o sin gas, muchos tipos de tés (verde, rojo, jazmín, otras frutas, varios tipos de té negro), té hecho en leche, granizadas (smoothies), zumos y batidos, existe la opción casera de comprar tu propia botella de agua con gas y añadirle un chorrito de los siropes de la marca Piroska.  

Piroska es el nombre o apellido de algunas chicas húngaras. Por ejemplo, yo conozco una Piroska en Budapest que habla perfecto español. Y en Miskolc conozco otra Piroska que es la mejor profesora de literatura del mundo y los alumnos literalmente lloran al despedirse de ella y siempre recuerdan su forma de recitar poemas magiares. También Piroska es el titulo en húngaro de un famoso cuento para niños: Caperucita Roja. 

Piroska es una marca muy húngara de siropes (szörpök). Mi favorito es el de grosellas negras (fekete ribizli). Las grosellas negras son lo que en otros países se llama "casis" o en España también se llama uva crespa o uva de corinto. Creo que es lo que comían los pitufos, ¿no? 

La proporción para beberse un szörp es de muy poquito sirope y mucha agua. Si yo fuera húngaro, hubiera escrito 10% de sirope y 90% de agua, para ser más precisos. 

Aquí en la foto, uno de estos bodegones húngaros que a mí me gustan. Es una parte de mi cena de picoteo de antesdeayer. En el centro: la botella de Piroska Fekete Ribizli Szörp


01 agosto, 2013

Cigarros porno, Unicum y Willy Wonka.

El último chisme sobre el Gobierno Orban del Partido Fidesz de Hungría no es sobre el nacionalismo, el valor del forint, la nueva línea de metro de Budapest, el nuevo tranvía de Miskolc o sobre las políticas de integración de la minoría gitana. Esta vez se trata de algo que realmente afecta al conjunto de la ciudadanía: el tabaco. 

Hay que saber que anteriormente era posible comprar cajetillas en numerosos lugares. Era especialmente común comprar tabaco en cualquier supermercado, donde se colocaban apetitosos junto a las cajas cobradoras, para no salir de allí sin él. También los bares los vendían. 

Los húngaros están que no echan humo desde que el Gobierno, además de apoderarse de todos los institutos de educación pública, ahora se ha hecho con el monopolio de la venta del tabaco mediante una red de "estancos", a la manera española. Las calles de Hungría se han llenado de estos nuevos únicos lugares a los que les está permitida la venta de cigarrillos. Todos ellos están marcados con un símbolo "T" con los tres colores de la magiaridad, contorneados por un marco circular negro donde se lee su nombre: "Tienda de Tabaco Nacional" (Nemzeti Dohánybolt). 


El hecho de que se indique la palabra "nacional" (Nemzeti) ha hecho que mucha gente considere que las tiendas de tabaco tienen derecho a tener nacionalidad, al igual que los calcetines, las palomitas del cine, los cojines de un sofá, el pollo con patatas o las granizadas de mango. Incluso podría llevarse al Parlamento el derecho a la autodeterminación de los quicos, las pipas de girasol y las cáscaras de naranja. Todas las bombillas y los enchufes de Erdély, en Transilvania, se han unido en una petición unánime de la nacionalidad magiar que ha electrizado las conversaciones de todos los electricistas húngaros.  El ambiente echa chispas, pero, ésto sí, por fortuna son chispas nacionales, cien por cien magiares. 

Además, estas tiendas muestran otro gran indicador con un número "18". Esto, junto a los cristales translúcidos que no dejan ver el interior, han llevado a gran número de extranjeros a pensar que se encontraban frente a un sex shop, lo cual a muchos les encaja con la idea de Budapest como "Capital Europea del Sexo". A continuación, escribiremos esta palabra tres veces más para aparecer en las búsquedas de google en primeras posiciones: sexo, sexo, sexo. Además, con su permiso añadiremos algunos improperios de propina, con el mismo propósito: pollas, coños, joder, hostia puta, escoria de mierda. 

Un gran número de analistas destacan la similitud del símbolo con el de la marca de licor "Unicum". Siendo "Unicum" una de estas cosas muy "Hungaricum" la marca de licores, en plena campaña de difusión de los nuevos sabores Unicum Szilva, Unicum Paprikás Csirke y Unicum Lencse, se está planteando denunciar a Orban Viktor por perjuicios a su imagen. La marca Unicum podría verse relacionada con la nicotina y con la imagen de un gobierno muy consumido y quemado. 

Se ha difundido el escándalo del reparto de licencias de "Tiendas de tabaco nacional". Según este rumor la adjudicación se ha realizado de manera nepotista, entre los amiguetes cercanos al Partido Fidesz. Esta noticia ha sentado a los húngaros como la última calada a un cigarro, cuando se ha concentrado toda la nicotina y te das cuenta que te estás fumando el algodón.  

El nuevo plan del Gobierno es que, a pesar de que en estos "Nemzeti Dohánybolt" no se puede entrar con menores de edad, sea posible comprar dentro artículos como caramelos y helados. Para ello se están sosteniendo conversaciones con Willy Wonka Co. 

Informando desde Budapest, el reportero más dicharachero de Ferenc Liszt Tér, para todos Ustedes, El Pistacho Veloz.




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