Los húngaros son grandes amantes de los chocolates y los pasteles, además de saber confeccionar las cremas de múltiples sabores más ligeras que haya yo probado en mi humilde vida.
Los cuatro que son iguales se llaman "vaníliás kardinalis" (cardenal de vainilla) y son los preferidos de Alíz y Melinda, mis compañeras. Los dos de la nota de música se llaman Mozart. Los otros dos tipos no recuerdo... me los comí sin preguntarles su nombre...
A pesar de que la palabra pastelería viene de "cukor" (azúcar) no son dulces con demasiado azúcar, comparados con los andaluces. Suelen usar muchas frutas del bosque, almendras, chocolate, coco, vainilla y otras maravillas.
¡Pura artesanía gastronómica!
Muy ricos, míster... no son balcánicos pero como si lo fueran.
ResponderEliminarTu último pastel era una torta Dobos. La más famosa torta en hungría.
ResponderEliminar¡Genial! ¡Gracias, Kálmán!
ResponderEliminardios mío, voy a desayunar algo que me estoy poniendo famélico perdío.
ResponderEliminarvoy a disfrutar de unos ricos ricos Hojaldres de Bellido. un clásico en mi barrio.
Tu sabes donde son también unos grandes amantes de los chocolates? En Cádiz en el Cerro el Moro, bueno y en Algeciras... bueno y en las 3000 viviendas en Sevilla.
ResponderEliminarLo que pasa es que no son tan almibarados
el pastel con la guinda(?)se llaman "lúdláb", es mi favorito :)
ResponderEliminar(me gusta mucho tu blog ;) )
Gracias, Adél!!! Ahora gracias a vosotros ya sé todos los nombres y no los voy a olvidar.
ResponderEliminar:)