He conocido a una húngara en Córdoba.
Es la primera persona húngara con la que consigo quedar que viva en mi ciudad.
¡Echo de menos Hungría!
Quedé a las 21,00 con ella en la Corredera.
Un rato antes de las nueve me llegó un mensaje: "Perdón, llego cinco minutos tarde".
Me alegré muchísimo al recibirlo: no había duda, era húngara.